Todos sentimos emociones, son una parte de nuestra vida, fruto de la evolución y una guía interna que nos proporciona nuestra propia información.
Saber gestionar nuestras emociones y habilidades relacionadas con la inteligencia emocional nos lleva a disfrutar más de la vida y de las relaciones con los demás. Una de estas habilidades, es reconocer las propias emociones cuando aparecen, es el primer paso para aprender a utilizarlas
Nuestro cuerpo juega un papel importante en ello, porque es una fuente inagotable de información continua, lo cual es una suerte porque siempre podemos consultarle cuándo estemos, satisfechos, ansiosos, apáticos en situación de estrés agobiados, decaídos o quizá estemos pletóricos de alegría por cualquier situación de nuestra vida.